viernes, 10 de diciembre de 2010

sin esfuerzo,

A veces te llega y no entiendes nada. Y simplemente te preguntas qué está pasando. Pones tu atención en el objeto y pierdes la mira al mismo tiempo. No es cuestión de enfoque, ni de encontrar el equilibrio perfecto. Ni quebrarse la cabeza intentando resolver un acertijo momentáneo. Ni clavarse en la idea inmersa en el sentimiento que tu cuerpo alberga, y que ahora invade.

No se trata de eso, no no, no es eso.
No quisieras descifrar la fórmula que lo integra. Ni esperar que por aires del destino se ilumine tu cabeza, no es así. No es así y tú lo sabes.

Abre las puertas y entra, abre tus puertas y déjalo entrar. Sin más, déjate sentirlo, disfruta su llegada, espera y no hagas nada. No te esfuerces. Sólo fluye.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¡Despierta!

Hoy, desperté, y me levanté feliz de mi cama.
En realidad, lo primero que pensé en cuanto desperté fue:
"Me siento muy bien, creo que hoy no necesitaré tomar cafe para despertar".
Y así fue, me sentí plenamente despierto.
Creo que es en realidad muy curioso cuando pasan este tipo de cosas. Es en días precisamente como estos, cuando uno se da cuenta que podemos vivir la vida en estado automático. Sin realmente darnos cuenta lo que pasa por delante de nosotros, por el hecho de quedarnos "dormidos" ante el mundo, que ante nuestros ojos, se esmera con cada simple detallito para que lo admires.
Y fue precisamente hoy cuando viví mi día completamente despierto.
Estoy feliz, y no me arrepiento.
Mañana, mañana simplemente será otro despertar. Ansioso te espero.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Tengo algo qué contarte.

Sí, es verdad. Tengo algo que contarte.
Comenzamos. No, no, qué digo. Bien, aquí va.
1, 2, 3... Cómo se supone que debo de empezar a contar lo que ha rondado por mi cabeza.
¿Así sin más? Dios... me doy pena...
Tengo una propuesta que hacerte. Una de las buenas, no de esas que salen en televisión. Creo que más bien es de estas otras que la gente suele platicar a manera de anécdotas.
Es como un juego. Se trata de ir cada vez más allá. Así como lo oyes.
Es tan simple. Me he dado cuenta de algo, no somos eternos. Y hay una segunda cosa que ha llamado mi atención: todos actúan como si lo fuésemos. Sí, para mi sorpresa, creo que he malgastado gran parte de mi vida haciendo cosas que no debería, en lugar de las que sí.
Y la cosa no es tan loca, ésto está así:
Te regalo un día, 24 horas completitas, el truco está en que debes hacer algo que nunca has hecho antes. Una locura suena, por supuesto... pero no lo es. Presiónate, empújate, convéncete de que puedes hacerlo. Vence ese miedo, arriésgate, ve por lo que quieres, disfruta, y no te detengas de gozar tu vida, esa es tuya, sólo tuya, y nadie más puede gozarla por ti. Piensa eso.
Te propongo un juego, no hay reglas. Pero juégalo cuando pueda salir de tu corazón.
¿Estás listo?
Piénsalo. Por ahora descansa, siempre puedes comenzarlo después de una buena noche.
No tengas miedo, yo te estaré acompañando. Silencioso, pero contigo.
No temas. Yo te diré qué hacer.
Por ahora duerme. El mundo será tuyo mañana.

Dormido.

Hoy amanecí cantando, una sonata desconocida, escondida, secreta. Quizás sea tu canción favorita, o el simple recuerdo de tu infancia. Yo sólo se que no he olvidado el sabor de nuestros sueños platicados, endulzados con tus besos que se esfuman en la distancia.

Hoy amanecí cantando, tarareando en mi inconsciente una dulce melodía.
Combinación extraña de notas musicales, sin relación alguna. Con todo el sentimiento y mis ganas inquebrantables de sostenerte entre mis brazos.

Es la canción de fondo, de mis momentos de alegría, de mis logros, de mis sonrisas, de mis recuerdos locos y otros que no tanto, de mis nostalgias perdidas y mis abrazos rotos. Mis ilusiones constantes y mis falsos enigmas, mis palabras no dichas, y mis secretos, y los tuyos, y los míos de nuevo, y los tuyos... los tuyos.

Hoy amanecí cantando, amanecí sonriendo, amanecí contigo, amanecí en mis sueños.

jueves, 9 de julio de 2009

He de confesar...

Hablando de confesiones, es necesario que saque algo de mi pecho.
¿Has sentido en alguna ocasión una fuerza inexplicable que presiona contra tus pulmones, empuja y se expande como si quisiera escalar por lo angosto de tu garganta y desgarrarla hasta llegar a tu boca, hacer vibrar tu lengua y escaparse de tus labios?
Que cosas que digo.
¿Te has despertado en la mitad de la noche, mientras una espesa y sombría atmosfera gobierna la habitación en la que te encuentras, las sabanas (como si protegiera apenas uno de tus pies)apenas acarician tu piel que permanece humeda y fresca, sintiendo una condicion indescriptible que se apodera de ti, de tu mente, de tu aliento, y que casi en una fracción de segundo te hace estallar de desesperación provocandote un suspiro resonante, algo parecido a un grito ahogado que pierde en el silencio?
Inimaginable.
¿Te has visto testigo de tu propio espectáculo, contemplando la pureza respirable, los colores presentes en imagenes que se reflejan de manera inversa en tu cerebro, mientras una fueza suave roza tus mejillas, te hacen viajar a momentos que jamás hubieras recordado, conmovedores, frágiles e inquietantes que se llegan a traducir en una fuente que permite que tus ojos canten, gocen y rian?
Algo realmente razonable, sentimientos que se encuentran, se conocen, se descubren.
Simplemente no creo que sea este el momento.

miércoles, 14 de enero de 2009

Tenme miedo

Te he visto a mi lado un sinnúmero de veces,
me coges de la mano y sin más desapareces,
¿Qué has hecho conmigo?
¿Acaso tienes miedo de volverme necesario?
Confiezo tú eres mi vicio.
¡Témeme!
No querrás jamás estar en mis zapatos.